La salud visual abarca la condición general y el bienestar de nuestros ojos y sistema visual. Implica tener una visión nítida, cómoda y funcional que nos permita disfrutar plenamente de todas las actividades diarias, ya sea leer, trabajar en el ordenador, conducir o simplemente apreciar el entorno que nos rodea. Mantener una buena salud visual también significa prevenir y abordar posibles problemas oculares y visuales que pueden surgir en diferentes etapas de la vida. Un enfoque integral de la salud visual no solo se centra en la corrección de problemas visuales, sino también en adoptar hábitos de cuidado ocular, someterse a exámenes regulares y buscar soluciones adecuadas para preservar y mejorar nuestra calidad de vida a través de una visión óptima.